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Una corbata para usted

El «primer paso importante» para aproximar las posturas de Rajoy y Zapatero ante el desafío de ETA empezó con sus corbatas. La coincidencia estilística parecía un buen presagio después de tantos desencuentros.
Habitualmente, las repeticiones de vestuario causan incomodidad entre quienes las sufren, risas nerviosas de fastidio entre los asesores y murmullos graciosos entre los periodistas. Pero visto el resultado de la reunión, esta corbata granate deberían reservarla ya para los grandes acuerdos políticos. Han coincidido en el complemento, aunque transmitan estilos distintos.
Zapatero pretende una imagen kennedyana, mientras Rajoy se define como «un hombre de provincias».
Los políticos mantienen con la corbata un intenso debate de amor-odio: prescindible para unos, incuestionable para otros y casi siempre engorrosa en los mítines. En cualquier caso, la creatividad y la renovación también deben llegar a ella con nuevos colores, tejidos y diseños. Sólo así evitarán la uniformidad estética que contribuye a la extendida opinión de que todos los políticos son iguales.

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Tengo una corbata para usted

Zapatero y Rajoy han dado «el primer paso, importante», en palabras de María Teresa Fernández de la Vega, para aproximar sus posturas ante el desafío de ETA.

Pero el primer acercamiento visible ha empezado antes de la reunión. La similitud de sus corbatas, prácticamente iguales, ha mostrado una imagen adicional de proximidad textil y de coincidencia estilística que ha ofrecido una señal icónica y simbólica de lecturas múltiples. Después de tantos desencuentros… coincidir en las corbatas puede no ser un asunto banal ni menor ante tanta expectación.

Habitualmente, las repeticiones de vestuario causan incomodidad entre quienes las sufren, risas nerviosas de fastidio entre los diversos asesores y murmullos graciosos y ocurrentes entre los periodistas. Hace pocos días, por ejemplo, el Ministro de Industria, Joan Clos, repetía el mismo traje de rayas que su sucesor, el revalidado alcalde Jordi Hereu. Al día siguiente, las fotografías de la inauguración del Salón de la Logística y de la entrega de la Medalla de Oro del Turismo al ex alcalde reflejaron una de esas embarazosas coincidencias.

La corbata del nuevo clima Rajoy-Zapatero es un modelo muy de moda y de gran aceptación que deberían reservar ya para las grandes ocasiones de acuerdos políticos. Granate burdeos, con un estampado sencillo de formas redondeadas, que se percibe como cromáticamente diferente por el contraste de sus camisas.

Zapatero lleva tiempo apostando por la imagen kennedyana de camisa blanca y cuello semiduro. Es un estilo que aporta mucha claridad y limpieza al conjunto de su expresión facial, que le rejuvenece aprovechando el ligero bronceado de su piel y realza el color de la corbata elegida.

Rajoy, habitualmente con una camisa azul claro y con un traje también en colores entonados, ofrece una imagen más serena, más senior y más cercana a su deseo de ser y parecer «un hombre de provincias». Un estilo con mejor acogida, lejos de las histriónicas corbatas con elefantes amarillos, combinadas con camisas azules de rayas anchas y de cuellos blancos, más propias del estilo goyesco de Aznar, Zaplana y Acebes.

Los hombres que se dedican a la política mantienen con la corbata un debate de amor-odio muy intenso. A parte de los que huyen del complemento por un discutible prejuicio estético-ideológico,  la mayoría la consideran imprescindible para ofrecer una imagen de solvencia y de autoridad.  Pero también muy engorrosa y sobrera en mítines y reuniones de partido donde el objetivo es conseguir una percepción de proximidad e informalidad.

A todos les queda mucho camino por recorrer para evitar la sensación de uniformidad estética que produce el uso intensivo del traje con corbata, a pesar de los esfuerzos de los recientes manuales socialistas de imagen electoral. La creatividad y la renovación deben llegar a la sufrida corbata, con el uso de nuevos tejidos, nuevos estampados con inscripciones o grafismos e incluso con nuevos colores más atrevidos (malvas luminosos, verdes intensos o lilas magnéticos). Sólo así se podrá combatir también la extendida opinión de que «todos los políticos son iguales». Empiecen por sus corbatas, por favor. Hay donde elegir.

Publicado en: El Periódico 13.06.2007 (formato .PDF, versión en castellano) (formato .PDF, versión en catalán)
Fotografía: Ben Rosett en Unsplash

Documentos de interés:
«Strip-tease» de corbatas contra el cambio climático
Fuente: La Vanguardia (05.07.2008)

Las enredaderas no usan corbata
Fuente: David de Ugarte (01.08.2007)

El Gobierno italiano pide a los trabajadores que prescindan de la corbata para ahorrar energía
Fuente: El País.com (17.07.07)

Funcionarios sin corbata
Fuente: El País (06.07.2007)

Zapatero y Rajoy sellan un pacto de mínimos para «derrotar a ETA»
Fuente: El Periódico (12.06.2007)

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