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La influencia de las series de televisión en la creación de estados de opinión

Entrevista con Esteban Hernández para su reportaje «¿Nos manipulan mediante las series de televisión?». A continuación, transcribo todas las preguntas que me hizo y mis respuestas. En el enlace anterior podéis ver el reportaje final tal como se ha publicado y que cuenta con la opinión de distintos expertos.

Los mensajes, las perspectivas vitales y los valores sociales que transmiten las series de televisión, ¿poseen algún calado social? ¿Pueden ayudar a cambiar el punto de vista de la gente que las ve? ¿En qué sentido? ¿Existen casos en el pasado reciente en que se hayan utilizado las series para transmitir mensajes ideológicos explícitos? Y, en ese caso, ¿pueden ser las series utilizadas eficazmente como refuerzo electoral?
Un punto de partida. El irresistible atractivo mediático, cultural, social… de la historia. Las series históricas, todas, tienen un gran magnetismo. Nos identificamos. Y aunque conozcamos el desenlace de los hechos históricos queremos —y nos interesa— recrear los ambientes, los personajes, las tramas… y las emociones. Además, en lo que se refiere a la historia reciente de España, la proximidad en la vida cotidiana de muchísimas familias es un hecho incuestionable. Es historia, sí; pero es la nuestra y cercana. Por ello, lo primero es que, desde una concepción comercial pero aún más  de servicio público, es un acierto que nuestras cadenas televisivas programen series históricas. Hay que felicitar, valorar y promover. «Cuéntame», por ejemplo, es un claro ejemplo que combina tres claves: historia-proximidad-calidad (en el guión, en la interpretación, en la trama).
Decía Plutarco: “Un hombre sin historia es como un hombre sin ojos”. Pues bien, necesitamos mirarnos, mirar el futuro, sin cerrar los ojos al pasado.

Parece difícil que los mensajes favorables a un partido o contrarios a otro que se emitan en una ficción televisiva puedan tener alguna incidencia electoral…¿O no?   Al igual que los telediarios no son iguales con un gobierno que con otro, ¿les pasa lo mismo a las series? No hablamos de que exista una intención consciente de manipular la ficción, sino de que, al promover cada opción política valores determinados, parece natural que esos posicionamientos vitales acaben colándose en las series… Las quejas del PP provienen, ante todo, por la utilización de un par de épocas, la de la República y la franquista, como material de ficción. Entienden que, como dicen que ocurre con la  memoria histórica, está siendo utilizada contra ellos. ¿Tienen algo de razón o todo forma parte de su incomodidad ante la recuperación de la memoria histórica?
Segundo. Toda la programación televisiva (toda, la de las series históricas y los realities,… es decir de Gran Hermano a Cuéntame) crea marcos mentales y culturales. La televisión, con su potente presencia e impacto social, y con el consumo intensivo de la sociedad española, es una poderosa herramienta para crear estados de opinión centrados alrededor de la oferta televisiva. Las personas acabamos pensando alrededor de lo que vemos, leemos, oímos. Por lo tanto, marca la agenda de los temas de los que queremos que estén «presentes»… y aquí, por ejemplo, la diferencia de las dos principales fuerzas políticas, en relación a la «Memoria Histórica», provoca una polarización de su posición sobre tales series televisivas. Pero no hay que confundir la pugna por la agenda y por la presencia de temas e ideas en la opinión pública con la manipulación goebiliana.
Quizá hay que hacerse otro tipo de preguntas: ¿no era ya hora de tratar un tema así con su indiscutible atractivo en términos de audiencia y su interés social e histórico?

Tercero. Creo que la calidad contrastada de la televisión pública (desde las inolvidables tardes de teatro, hasta las series de ficción sobre la cotidianeidad o la historia) es incuestionable. La calidad de las interpretaciones y el rigor son, casi siempre, sellos innegables de la televisión pública. Creo que hay que esperar, como siempre, a enjuiciar la calidad, ponderación y equilibrio de la serie… después de ver los primeros capítulos. Y no me cabe ninguna duda que el consejo asesor de historiadores, con el que deben haber contado para tal producción, tendrá un prestigio probado.

Entrevista en El Confidencial.com (05.02.2011)

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8 COMENTARIOS

  1. Muy interesante tu artículo. Te dejo una pequeña aportación. Hay numerosos ejemplos en la historia de manipulación social mediante series de televisión. En EEUU, hay ciertas experiencias de que a partir de la detección (ejemplo real) de falta de médicos, se hagan series de esta temática, y lo (bueno/malo) es que funciona.
    Felicidades y un saludo,

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