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Constitución 2.0

#yoquierovotar, sí. Pero sobre todo, quiero redactar, participar, debatir. Hemos esperado -y aguantado- 393 meses desde su aprobación en referéndum… y ahora parece que en un mes debemos afrontar una reforma urgente de la Constitución Española. Hasta ahora, a pesar de que ha habido muchos argumentos y motivos, la única reforma constitucional, ha consistido en añadir, en el artículo 13.2, la expresión «y pasivo», referida al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales. Fue en 1992. Sin referéndum.

Vaya por delante que creo que es una anormalidad democrática que la Constitución no se haya modificado hasta ahora. La mayoría de los países europeos hacen reformas frecuentes para mantener vivo y dinámico su texto fundamental. El formol es para los antiguos museos de biología, no para la política. Es un fracaso colectivo que no hayamos conseguido mayorías y consensos políticos para abordar y actualizar el texto a la realidad del siglo XXI y a la nuevas demandas sociales, a los nuevos contextos geopolíticos o a las aplazadas reformas de nuestro sistema de representación electoral o de nuestro modelo de Estado. La sacralización y petrificación del texto a través de su inmaculado respeto es un síntoma de debilidad y de miedo, más que un cuadro de garantías democráticas que se protege mejor con la inmovilidad que con la modernidad y la actualización.

En este contexto de crisis económica y de la política (post 15-M), a pocas semanas de las elecciones del 20N, y en un momento agonizante de la legislatura y del liderazgo del Gobierno, el presidente Zapatero propone una reforma que antes había rechazado y a la que el actual candidato socialista, también se había opuesto. Me muero por saber qué le dijo Zapatero a Rubalcaba para convencerle, la noche anterior a su propuesta, en una simple conversación. O las convicciones de ambos eran poco consistentes o los nuevos argumentos, las urgencias y los procedimientos son tan convincentes, extraordinarios y graves que reclaman una completa explicación a los ciudadanos. Y, evidentemente, un gran debate social y político. Si es urgente es porque es grave. Y si es grave es porque es imprescindible e inevitable. Y si es urgente, grave y necesario mejor que lo asumamos –y decidamos– entre todos y con todas las consecuencias.

La política democrática está en sus cotas más bajas de valoración, credibilidad y confianza. Hurtar el debate (los argumentos) y la decisión (el referéndum) a los ciudadanos puede ser una decisión equivocada. Pero sobre todo puede significar una ruptura -¿definitiva?- de la legitimidad democrática de un sistema de representación política cuestionado seriamente por la opinión pública. Los partidos que hoy son considerados el segundo problema de la sociedad van a tomar una decisión legal, y legítima desde el punto de vista de su tramitación parlamentaria, pero, pero que difícilmente será percibida como democrática. Tienen la autoridad y la legalidad, sí. Pero para esta decisión, en este momento y en este contexto, se necesitan auctoritas y legitimidad moral. Y no las tienen, suficientemente. Solo un gran debate y un proceso decisorio inclusivo, participativo y abierto podrían reducir la brecha entre la política formal y la ciudadanía.

Islandia, por ejemplo, ha seguido otra vía. Es cierto que la crisis económica y política ha obligado a este pequeño país a “refundarse”, a, casi, empezar de nuevo. A reinventarse. Y nada mejor que pensar, entre todos y juntos, la Constitución. Han decidido recurrir al crowdsourcing cívico para redactar un nuevo texto, a través de un extraordinario proceso de participación y debate que, con ayuda de la tecnología colaborativa, está abriendo la discusión a toda la ciudadanía sin un protagonismo exclusivo ni decisivo de las debilitadas fuerzas políticas.

Este proceso está favoreciendo la responsabilidad cívica y política de los islandeses en el destino común. Y explora nuevas formas de compromiso político, cívico e institucional mejor trabadas por el consenso social. Es un camino que puede reactivar las energías sociales, empoderar a los ciudadanos y fortalecer la transparencia y la ejemplaridad políticas. Además, si bien es cierto que nuestras democracias se sustentan sobre el principio y la base de representantes cualificados para dirigir y legislar, parece que esta afirmación y esta percepción ya no se corresponden con la realidad. Tampoco son suficientes para afrontar y resolver los retos de la situación económica y política actuales.

Esta reforma llega tarde, precipitada e incompleta. Pero deberíamos aprovechar esta oportunidad para un triple desafío:

Primero, para que la reforma sea un paso para la reconciliación entre la política y la ciudadanía. No para contribuir a su desagarro definitivo. Y para ello el debate y la participación parecen insubstituibles. La democracia representativa se quedó sin suficientes nutrientes y energías. Necesitamos dosis e injertos de democracia participativa. No se trata de quimeras, ni de sueños, ni de utopías, sino de un reto inaplazable.

Segundo, para que la reforma permita recuperar la credibilidad en nuestras instituciones, procedimientos y textos fundamentales. Paolo Flores d’Arcais decía que las leyes son el poder de los que no tienen poder. No redactemos y votemos la ley de leyes sin las personas, sin su participación, sin “su poder”. Tenemos tecnologías suficientes y transparentes para afrontar un desafío histórico. Esta crisis no es coyuntural, parece sistémica. Y necesitamos un revulsivo total. El modelo islandés, debe ser una experiencia a seguir, a considerar y a adecuar a nuestra situación. ¿Por qué no?

Tercero, para que la reforma permita una aproximación al texto jurídico final con más reflexiones, ideas y propuestas. España está en caída libre en materia de innovación. La creatividad social que puede resultar de un gran debate político en red y en las redes, junto con los desarrollos tecnológicos y la innovación de procesos y metodologías deben impulsarnos para recuperar el talento y la creatividad social. Necesitamos sorprendernos y reencontrarnos.

La Constitución 1.0 está agotada. No hagamos de esta reforma un trámite final y agónico, sino un reto nuevo e iniciático. Y si hay que tocarla puntualmente, incorporemos entonces en su texto el punto clave: reconocer Internet como un derecho humano básico, tal y como proponen las Naciones Unidas en su reciente declaración del pasado mes de junio. Esto, más que un techo de gasto limitante y resignado, sería una auténtica ventana abierta al futuro.

¡Viva la Constitución 2.0! Hagámoslo posible.

Enlaces de interés:
Congreso PSC (II) Derechos y ciberderechos en la sociedad red (Lourdes Muñoz, 5.09.2011)
El Parlamento de Islandia acogió la Constitución elaborada por la comunidad (Yo me tiro al monte. 30.08.2011)
¿Qué puedo hacer contra la reforma de la constitución? (Democracia real Ya)
La democracia se rinde (Iñaki Gabilondo, 1.09.2011)
La guillotina a la sombra de la Constitución (Iñaki Gabilondo, 2.09.2011)
Hessel: ‘Hay que inventar una nueva democracia’ (El País, 1.09.2011)

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318 COMENTARIOS

  1. Partes de un concepto de base erróneo por el cual es comprensible que os sorprenda actuaciones de la clase política como la que describes. No estamos en una democracia así que esperar acciones democráticas por parte del Estado es inútil.
    Para que haya una garantía mínima de democracia, hay de haber dos requisitos fundamentales.
    1. Representatividad de la sociedad civil en el mundo político.
    2. Separación de poderes en orígen.
    Actualmente nuestro sistema no cumple ninguno de estos dos requisitos.
    1. No existe representatividad alguna, ya que se vota a un partido, el cual elabora la lista de diputados a su parecer. Los representantes del pueblo, los Diputados, no son elegidos por nosotros y así pues no tenemos ningún poder para revocarlos, pedirles explicaciones y demandarles nuevas reformas. Los diputados se esconden detrás del paraguas del partido tal y como los accionistas se esconden detrás de las corporaciones.
    2. No existe separación de poderes alguna ya que el pueblo vota a un partido únicamente, éste crea el legislativo a su medida con su propia lista de diputados, nombra al jefe del poder ejecutivo bajo procesos internos, democráticos o no, pero nunca bajo una forma democrática para con los ciudadanos, y los partidos se reparten el poder judicial.
    Te recomiendo que le eches un ojo a un documento que realicé:
    http://dl.dropbox.com/u/1224564/Movimiento%20Ciudadano%20para%20la%20Rep%C3%BAblica%20Constitucional.pdf
    así como después de leer el documento, veas éstos vídeos.
    http://video.google.com/videoplay?docid=-3555012177723200850
    http://www.youtube.com/watch?v=6GwRLZ_ko_A
    http://www.youtube.com/user/MCRCMedia#p/a/u/2/B48gwumliVs
    Espero que depués de toda ésta información, ya te sorprenda menos el panorama político actual en España.
    Un saludo.

  2. Referéndum sí, me parece justo que los políticos consulten a los ciudadanos sobre cualquier modificación que se ejerza sobre la Constitución. Pero seguir el modelo islandés quizá fuera precipitado. Para un futuro es posible, pero hay que tener en cuenta la diferencia de población que existe entre ambos países.

  3. Estoy totalmente de acuerdo con tu planteamiento y creo que a eso es a lo que hemos de aspirar,a una mayor participación. El primer punto, sería conseguir una ley electoral más representativa y con listas abiertas, que nos nos impusieran a los «candidatos» de partido. Que tuviéramos ocasión de elegir a quién nos parece más competente.
    No obstante, tengo mis dudas. España no es Islandia. En su punto ás obvio, por población (50 millones vs 300.00 personas), pero incluso más importante por caracter. Yo he visitado Islandia y aunque en unas breves vacaciones no puedo decir que conozco a los islandeses, salta a la vista que son muy diferentes a nosotros. Son, como aquí diríamos «gente recia», luchadores, personas acostumbradas a vivir en un clima adverso, con pocas horas de luz, con unos recursos abundantes en algunos aspectos, pero muy escasos en otros. Una de las principales aficiones es la lectura e incluso la escritura. Creo que es obvio que son muy diferentes a nosotros.
    Aquí hay muchas «sangre caliente» y seguir la consigna del que levanta la voz y parece tener criterio (aunque en realidad, si rascas un poco, no lo tenga). El 15M empezó muy bien, pero cuando hubo que llegar a acuerdos, surgieron los problemas. Sin ir mucho más lejos para no extenderme, parte del 15M catalán, no estaba de acuerdo con el 15M madrileño, porque no tenía en cuenta la sensibilidad del nacionalismo catalán. Pidieron tantas utopías que consiguieron diluir el mensaje de lo que sí que era posible.
    Creo que se ha de avanzar hacia la participación. Pero no serán pasos fáciles y hay mucho en juego. Y mucha gente con poder para manipular esa participación. hay que tener mucho poder para conseguir una mayoría absoluta en Valencia apoyando a un presidente imputado que tiene que dimitir un mes después.
    En fin, sin enrrollarme más, que ese es el camino, pero no es fácil.

  4. Estimado Ferrán, me gustaría hacer algunas puntualizaciones sobre tu comentario, ya que estoy ciertamente en desacuerdo con algunas de las observaciones que realizas.
    En primer lugar, lo que una democracia requiere para su existencia son 3 aspectos básicos:
    1. La existencia de una Constitución
    2. El pleno disfrute de Derechos y Libertades Fundamentales
    3. Separación de poderes.
    Ahora bien, respecto a tus puntualizaciones, debes tener en cuenta que la representatividad se subsume en el primer y segundo punto. Por otra parte, hemos de tener en cuenta que no existe un único medio o una única forma de separación de poderes. Nuestro sistema establece una separación flexible, al igual que el sistema Norteamericano (presidencialista) establece una separación rígida.
    Respecto a si se cumplen estas premisas, he de decirte que si, puesto que a lo que tu te refieres, «representatividad cívica», existe de hecho y de derecho en nuestra sociedad. Existe representatividad ya que cada ciudadano vota o elige libremente la opción que más le atrae. Existe representatividad ya que si aquellos a los que votaste, no te ha gustado su actuación, gobierno u oposición, tienes la opción de no votarles de nuevo y no otorgarles tu voto. Existe representatividad ya que cada diputado, representa a una parte proporcional de su circunscripción electoral, que es la provincia, no las CCAA. Existe representatividad ya que cada partido, representa una ideología, ideas, principios, extrapolables al grueso de la ciudadanía. Existe también representatividad ya que los agentes sociales (sindicatos, organizaciones empresariales, asociaciones, fundaciones, etc) están en permanente diálogo con representantes públicos, gobierno, legisladores, etc.
    Ahora bien, que no nos guste este tipo de representatividad es otra cuestión, pero que existe, es innegable.
    Por otra parte, y respecto a la separación de poderes, creo que hay que aclarar ciertos aspectos. En primer lugar, todos conocemos la teoría de la separación de poderes de Montesquieu. La cual determina que deben existir ejecutivo, legislativo y judicial. Poderes que se controlen unos a otros y actuen de manera independiente. Y creo que para reflejar esto, la mejor comparativa es que te retrotraigas a la dictadura y observes que no existía separación de poderes, puesto que únicamente existía un centro de poder, y ahora vuelvas a la actualidad.
    Hecho esto, se ve una clara diferencia en lo que es la separación de poderes.
    Por otra parte, respecto a tu segunda premisa, decir que el pueblo vota a una lista, de un partido, de su circunscripción electoral. Esos diputados electos, entre sus atribuciones, tienen la de elegir por delegación, al al candidato a presidente del gobierno, ya que formalmente el nombramiento lo realiza el rey. ¿qué procesos internos existen? Tener la mayoría de votos no es ningún proceso interno. Si no, un método democrático de elección del presidente.
    Respecto al poder judicial, hay que puntualizar y diferenciar algun aspecto. El poder judicial está formado por los jueces y magistrados de carrera, autogobernados por el Consejo General del Poder Judicial. El Tribunal Constitucional (para mí, un tribunal más político) no pertenece al denominado Poder Judicial. Respecto a la elección de miembros del CGPJ, debes tener en cuenta, que la mayoría de estos, son elegidos por los propios jueces y magistrados. Es decir, 12 de los 21. Para muestra un botón. Artículo 122.3 CE:
    «El Consejo General del Poder Judicial estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un período de cinco años. De éstos, doce entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la Ley Orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión.»
    Por lo que no se lo reparten exactamente. Si hablasemos del TC, estaría completamente de acuerdo.
    Respecto al esquema que aparece en FB, ese esquema es el de una separación de poderes rígida o estanca. Muy similar al modelo americano. Pero para modelos, los colores.
    Ya por último, respecto al post de Antoni, mi enhorabuena, pero recordar que la Constitución Americana tiene más de 200 años.

  5. Hola Carlos, antes de nada gracias por haberte tomado la molestia por leer y responder a mi comentario, y tengo curiosidad por saber si has leído y visto los enlaces que he puesto, así como indagar un poco más en lo que comento.
    Lo que comentas es lo que hay en teoría sobre la mesa, pero la realidad es bien distinta, bajo mi punto de vista.
    1. La existencia de una Constitución no hace de facto que un modelo de gobierno sea automáticamente democrático. Es lo que pone en ella y cómo lo pone.
    2. Habría que definir esos Derechos y Libertades Fundamentales. Con Franco habían referendums y no por eso era una democracia. Supongamos que un dictador quiere gobernar junto con sus 4 hermanos y cada 5 años sacan elecciones. El simple hecho de votar a alguien no hace que un sistema sea democrático. Hay que definir muy bien qué se vota, a quién se vota, cómo se vota y qué se hace con los votos.
    3. Respecto a la separación de poderes, haces muy bien en comentar a Montesquieu. ¿Por qué Montesquieu llega a esa conclusión? ¿Por qué hay que separar a los poderes? Pues la respuesta es muy sencilla. El contexto en el que Montesquieu se encuentra es el de los Absolutismos, y llega a la conclusión de que la única forma de combatir a un Absolutismo es separando los poderes, y es más, dice que contra más separados mejor, y contra mas contrabalanceados estén, mejor. Todo lo que se aleje de la máxima separación de los poderes se encontrará más cerca de los Absolutismos (como tu llamas, separación «flexible») y toda aquella solución más «rígida», más cerca estará de combatirlos.
    Ahora en España en concreto.
    Respecto a la representación:
    No por el hecho de votar algo, lo votado representa al votante. Por poner un ejemplo, ahora digamos que todos los ciudadanos cuyo nombre empiezan por F tienen un peso mayor de voto que todos los demás. La gente vota? Si. Es libre? Si. Es democrático? No. ¿Porqué? Pues porque no hay representación de la sociedad en el legislativo y por lo tanto el legislativo no tiene legitimidad para hacer ninguna ley. En España, es posible que en el legislativo haya más representación para una fuerza política que ha tenido menos votos que otra. Eso ya para empezar, no es representativo. La Ley Electoral Proporcional que hay es por todos sabidos que es nefasta para la democracia, tanto es así que en Inglaterra, que han tenido un Parlamento por más de 1000 años tienen un sistema de mayoría absoluta por distritos. Francia lo mismo y Alemania, después del fracaso absoluto de la Ley Electoral Proporcional con el Nazismo han puesto una barrera del 5% para evitar que el partido Nazi vuelva al poder. Lo mismo pasó con Mussolinni, que con un 20% de los votos tuvo más del 50% del Congreso. Eso sólo pasa con la Ley Electoral Proporcional.
    ¿Por qué creo que esa ley está en España? Para proteger a las minorías de las mayorías, a parte de que fué el resultado de los pactos entre partidos durante la Transición (bajo mi punto de vista fué la ley en la que todos ganaban, los minoritarios tenían el poder de controlar al resto de España con pactos, así como los mayoritarios se irían turnando en el poder).
    Pero eso tiene una solución tan fácil como hacer distritos electorales con la misma proporción de población, uninominales (como en Francia e Inglaterra). Si además aplicamos un sistema de mayoría absoluta a doble vuelta (otra vez, como en Francia; mayoría a una única vuelta en Inglaterra, y hay muchas quejas sobre eso) entonces sí que podríamos decir que el legislativo es representativo de la realidad Española.
    Lo de la ideología mejor lo dejamos a parte cuando está ya más que demostrado que actualmente los partidos no tienen ideología ninguna cuando están a merced de Europa, de los mercados, bancos e intereses de la industria. Para muestra me remito al famoso voto útil. La ideología de partido es usada como arma psicológica para encautar a los votantes y hacer que gobiernen los sentimientos más que la razón, pero una vez en el poder, la ideología se olvida y se va a por otras cosas.
    Respecto a la libertadad de los ciudadanos de votar a un partido o a otro. La libertad no consiste en votar (o no) a un partido. La libertad política consiste en, además de votar, poder revocar a tu representante si no cumple con lo que ha prometido y pedir explicaciones EN CUALQUIER MOMENTO DE LA LEGISLATURA. Además de que ni siquiera votas a tu representante, sino a una organización.
    El truco actual es el que comentas tu, te crees libre y te crees que les castigas cuando decides no votarles otra vez dentro de 2 años. Y de mientras los partidos políticos se rien y hacen lo que les da la gana (corrupción generalizada y con orgullo además). La alternancia de los partidos PP-PSOE hace que el castigo político no exista. Uno gobierna durante 4 años, si lo hace muy mal, en las próximas elecciones saldrá el otro, si lo hace muy mal, el que estaba, volverá a gobernar.
    Es insultante que nadie sepa en España quién es su representante en el Congreso de los Diputados, y además se diga a la vez que ese mismo Congreso representa a los Españoles. ¿Cómo puedes pedir explicaciones y revocar el poder a alguien que ni siquiera conoces? No puedes, y es por eso mismo que el ciudadano está completamente desconectado de la clase política y por eso mismo cada político hace lo que le da la gana con total impunidad.
    Respecto a la separación de poderes.
    Actualmente el pueblo elige a un partido y aquí se acaba la separación de poderes en orígen. A partir de aquí, un único poder, el legislativo, nombra al Ejecutivo y éste tiene poder sobre el Judicial (como ya has comentado, el TC es un escándalo, y en el CGPJ son 9 los que tu comentas que viene del legislativo no?…). España ni siquiera sabe que existe la opción de elegir a un legislativo y a un ejecutivo, y ya ni comento al Judicial.
    Si no existen elecciones separadas para los tres poderes, con representatividad real de la sociedad, no existe separación real de poderes, existirá la formal, pero nunca la real. Yo no he dicho que estemos en una Dictadura, pero tampoco estamos en una Democracia. Estamos a un paso intermedio.
    Que el Congreso de los Diputados tenga que organizar él mismo una investigación sobre casos de corrupción del mismo Congreso, es, a parte de un insulto, un ejemplo claro de la falta de separación de poderes entre el legislativo y el judicial.
    Estamos mejor que estando en una Dictadura, eso no lo niega nadie, pero hay que ser objetivos y decir las cosas por su nombre. La evolución lógica de las dictaduras es ir a una oligarquía partidocrática (sobre todo cuando no se produce una ruptura legal con el régimen anterior) y después se va hacia una democracia.
    Un saludo.

  6. Antoni, q tal? hace mucho q no estamos.
    Muy de acuerdo con tu texto. Viniendo de Suecia, Dinamarca…igual menos Irlanda (los contrastes crecen…con el paso del tiempo) creo que el tiempo para que el Estado Español se ponga «las pilas» se está acabando.
    Y por supuesto, lo del tamaño creo que definitivamente no importa.
    Islandia, desde mi visita en el 2006, lo he seguido, e igual que curioso y conmovedor país, creo que demuestra que el tamaño (afortunadamente) no importa. Lo que importa es que se hace con el capital social del territorio. Ahí está la clave.
    Y desde la Euskal Hiria, Ciudad-Región Vasca, o simplemente Euskadi/Euskal Herria/País Vasco, o como más guste el lector, estamos en un momento idóneo para…eso refundar, y redirigir, co-crear….en paz.
    En eso estamos.
    Sociedad Vasca 2.0 = Ciudad Vasca/Euskal Hiria/Basque City.
    Nos vemos pronto.
    Un abrazo, felicidades
    Dr. Igor Calzada, Ph.D.

  7. Más sobre Islandia!
    «Islandia, a pesar de ser un país de tamaño minúsculo, sin ninguna peso en los mercados internacionales, siguió el camino contrario al que hemos seguido en otros países para resolver la crisis. Impagó su deuda, reconoció todos sus problemas y tomó medidas drásticas para solucionarlos.
    Obviamente el golpe inicial de la crisis fue terrible, fuerte devaluación de la moneda, se corta el crédito internacional, fuerte aumento del desempleo, alta inflación y un largo etc de calamidades. Sin embargo mientras en países como en España aún no vemos la luz al final del túnel, en Islandia, 3 años después de la crisis financiera, todo parece indicar que la recuperación empieza a ser un éxito en Islandia según indica un informe del FMI.»
    http://www.gurusblog.com/archives/islandia-solucion-crisis/02/09/2011/

  8. No creo que todos estemos capacitados para cocrear una Constitucion 2.0…, quizás ni siquiera sea deseable en un concepto de Estado que se desborda ante la lógica distribuida (y los valores que decide defender lo 2.0) en la que la democracia se queda corta para ir hacia enfoques de plurarquía donde Constituciones sacrosantas e inamovibles se sustituyen por mera ACTAS de Libre Asocación…o dicho de otra manera los valores del dospuntucerismo si o sí deben trascender el concepto de Estado-Constitución, sí o sí ya que estos son los valores de la cocreación, de la sindicación, agregación/desagregación, crear lógica de mashups entre los viejas Soberanías del Siglo XX ….Inevitablemente ante estos conceptos el clásico binomio Estado-Constitución no sólo queda obsoleto sino que puede resultar bastante falsario meterlo con calzador

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