Publicado en: El Periódico de Catalunya (7.04.2014)(versión PDF)

En la actualidad existen oficialmente 13 partidos políticos europeos. Desde los más conocidos, como el Partido Popular Europeo o el Partido Socialista Europeo, hasta los extremistas como la Alianza Europea por la Libertad, partido al que pertenece Marine Le Pen. Muchos de estos partidos europeos trabajan conjuntamente con las fundaciones o think tanks afines como el FEPS para el bando progresista, o el CES para el bando conservador, y no siempre coinciden, exactamente, con los grupos políticos del Parlamento Europeo. Tres realidades: partidos, fundaciones y grupos parlamentarios.

El 25 de febrero se cerró un acuerdo significativo para el futuro de los partidos europeos. El acuerdo entrará en vigor a partir del primero de enero del 2017 y clarifica el método de financiación, el estatus legal y las obligaciones de estos partidos. Una reforma importante, teniendo en cuenta su rol creciente: en mayo de este año, por primera vez, cada partido europeo presentará un candidato a presidir la Comisión Europea.

En materia de financiación, solo los partidos reconocidos por el Parlamento Europeo pueden recibir una subvención pública. Para ser reconocido hay que cumplir tres condiciones: tener representación en al menos un cuarto de los estados miembros; respetar los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales; y, por último, el partido tiene que haber participado en las elecciones europeas. Además, con la nueva legislación que se aprobó en febrero, los partidos políticos que quieran ser reconocidos tendrán que «respetar los valores de la UE tal y como aparecen en el Artículo 2 del Tratado de Lisboa». Una exigencia polémica y que puede excluir de la financiación pública aquellos partidos con una clara vocación antieuropea o extremista.

¿Quién debe fijar la frontera entre esos partidos «deseables» y aquellos que violan los «valores de la UE»? La autoridad que supervisará que se cumplan las reglas estará formada por una persona independiente elegida por las tres instituciones (Comisión, Consejo y Parlamento). El paquete presupuestario que destina el Parlamento Europeo para los partidos se reparte en un 15 % del total a partes iguales, y un 85 % proporcional al número de eurodiputados.

En materia de donaciones, la reforma supone que los partidos podrán recibir por cada donante individual un monto máximo de 18.000€ anuales (antes de la reforma eran 12.000€). En cualquier caso, todas las donaciones que sobrepasen los 3.000€ deberán ser publicadas. Unas normas que pretenden disminuir la dependencia de los partidos políticos respecto a la financiación pública. En España se empezó a discutir la obligatoriedad de publicar las donaciones en febrero de 2014, hace menos de dos meses.

En materia de estatus jurídico, la reforma también marcará un antes y un después. Los partidos políticos europeos pasarán a tener un estatus legal reconocido en toda Europa por las instituciones europeas. El futuro de los partidos nacionales es cada vez más europeo. Cambios profundos a la vista. Aunque lentamente.