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El reggaeton y la política

El recién elegido presidente de Ecuador, Rafael Correa, cerró su campaña en Quito tocando la guitarra junto a otros políticos y cantantes. Vestido con cazadora y pantalón vaqueros, pañuelo verde al cuello (el color de su campaña), Correa demostró, una vez más, que la música y la política guardan una íntima y eficaz relación.

El poeta León Felipe escribió, referenciando a otro poeta, Walt Whitman: «Algún día la política será una canción». Mientras llega la política con arte, la música ha invadido las elecciones latinoamericanas hasta el punto que el éxito electoral ha dependido, en buena parte, de la relación entre el candidato y ésta. Parece exagerado, pero no lo es.

Rafael Correa, en Ecuador, ha sabido explotar su discurso populista y soberanista con un gesto de orgullo político y nacional. «Dale Correa» ha sido su lema de campaña. Y Rafael no dudó en sacarse el cinto y golpear con fuerza, ante el entusiasmo de sus seguidores, los atriles, mesas y escenarios desde los que lanzaba sus proclamas. Golpes de correa, que Correa acompañaba con buen ritmo y sentido musical. Así fueron sus anuncios en radios y televisiones. Golpes de correa contra el caciquismo, «la partidocracia», el imperialismo y el pesimismo histórico de los ecuatorianos.

Empatado con su oponente el millonario Noboa, al inicio de la segunda vuelta, Rafael Correa se ha impuesto con una gran ventaja en la final. Su mitin-concierto ha sido una fiesta cívica más que un acto político. Los ecuatorianos eligieron cantando y bailando reggaeton. No hay nada más atractivo que un candidato a presidente que siente la música frente a un oponente con dificultades para mover sus caderas. ¿Recuerdan la figura de Noboa?

En Perú, el nuevo presidente Alan García sintió remontar las encuestas –y ganar finalmente al favorito Ollanta Humala- el día en que cogió el micrófono y movió a ritmo de reggaeton sus impresionantes 1,93 metros de altura frente a más de 20.000 seguidores en la ciudad de Lima. Como si de un presentador de cadena televisiva se tratara, sus escenarios parecían los de la cadena MTV. Bailar y cantar se convirtieron en las pasadas elecciones peruanas en un requisito imprescindible. Hasta el punto que el único candidato que no lo hizo, el ex presidente Valentín Panigua, tuvo que admitir, finalmente, a un muñeco que le imitaba y le acompañaba en el escenario mientras no paraba de bailar.

Alan García gestionó muy bien su imagen audiovisual. Una paloma blanca, de entre las centenares que se soltaron en el mitin final, se posó sobre su cabeza. La imagen era magnífica. Al día siguiente fue la portada de todos los diarios peruanos y destacada fotografía en muchos rotativos internacionales. El que no dudó hace ya muchos años en utilizar la fuerza con exceso para sofocar motines carcelarios de los oponentes al régimen, acabó con una imagen impagable de hombre de paz mientras sonaban los acordes imaginarios del Imagine de John Lenon.

El reggaeton, mezcla de reggae, dancehall y hip hop latino, lleva ya años arrasando en América Latina y consigue éxitos en todo el mundo. Gasolina de Daddy Yankee o Siéntelo de Speedy y Lumidee ha copado los top de las listas de éxito en Estados Unidos o Alemania, por ejemplo.

Una música que se canta como el rap pero que se baila mucho mejor. Una música que representa el orgullo latino. Una música que, como en su día fue la canción de autor, identifica una comunidad política y cultural. La política latina tiene varios líderes, diversas opciones ideológicas, y muchos frentes… pero tiene ya una sola música. El reggaeton sonará con fuerza también en las presidenciales norteamericanas del 2008. No sé si algún día la política será una canción, como soñaba el poeta; pero ya llegó, mientras, su ritmo frenético y contagioso.

Fotografía: Harry Swales en Unsplash

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Enlaces de interés:
Reggaetón: la historia del perreo transnacional (El Orden Mundial. Mar Romero, 6.10.2020)
Revolución en Puerto Rico a ritmo de reguetón (Antonia Laborde. El País, 30.07.2019)
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Alan García, con una paloma sobre su cabeza, en un mitin en Lima.
EL PAIS 08.04.06. (formato pdf)
Rafael Correa esgrime un cinturón en un acto electoral en Quito.
EL PAIS 11.10.06 (formato pdf)
El candidato izquierdista Rafael Correa toca la guitarra durante el cierre de su campaña en Quito. EL PAIS 25.11.06 (formato pdf)

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