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Newsom da con la tecla de la atención

A principios de año, el periodista Chris Hayes publicó el libro The Sirens’ Call. How attention became the world’s most endangered resource. En él, argumenta que la información ha dejado de ser un bien escaso, por lo que el mundo ha pasado de estar dominado por la economía de la información a ser regido por una lucha por la atención. El rey ya no es quien maneja los datos, es quien atrae las miradas. La tensión entre la oferta disponible y abundante (la información) y el bien escaso (el tiempo) define nuestro tiempo. Un segundo no puede crecer. Tampoco un minuto o una hora. Lo que no para de crecer es la oferta incesante y avasallante de estímulos y ofertas. En esa tensión emerge la atención como antesala a la posible elección.

Esta realidad también ha cambiado la política. Donald Trump lo sabe bien. Desde la Casa Blanca se «inunda la zona» y se avasalla a sus rivales con insultos, ideas extremas y decretos. Les roba la atención, que se concentra en él. Te atrapa con su ametralladora de falacias y, lentamente, va moviendo la «ventana de Overton» con la que acabamos aceptando lo que antes considerábamos como inadmisible en un deslizamiento progresivo hacia posiciones más extremas y radicalizadas.

Pero las cosas parecen estar cambiando. Está emergiendo un rival que desafía. Un relato poderoso: ha nacido un gladiador audaz, atrevido, irónico y peleón.
Desde junio, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha dado con la tecla de la atención con una campaña de trolleo a Donald Trump. Señala al presidente, pero sin rebajarse completamente a su nivel. Le usa de inspiración, pero no para imitarle de una manera sumisa, sino para atacarle. Se concentra sólo en su figura, intentando no dañar su imagen entre la base trumpista. En el patio de colegio en el que se ha convertido la política estadounidense, al bully le ha aparecido un troleador que compite con él por la atención. Y parece no gustarle.
Newsom, poseído también de un fuerte impulso narcisista como Trump, ha decidido imitar burlonamente al presidente. Le imita para ridiculizarle y mostrarse como un espejo que irrita al presidente y le desnuda frente a la sociedad. La estrategia es arriesgada y ha despertado admiradores y detractores. Pero ya ha conseguido dos objetivos: ha roto el monopolio trumpiano de la conversación digital, y ha reactivado el ardor de las bases demócratas más jóvenes y conectadas que ven en el estilo de Newsom una gran señal: la de que está dispuesto a pelear con todas las armas. Las suyas y las del adversario. Combate total. Desafío máximo. Reto comunicativo. Duelo personal. La política como combate en el cuadrilátero. O, mejor dicho, en el octógono de las artes marciales mixtas.

La estrategia de Newsom, que no esconde su aspiración a ser candidato presidencial demócrata en 2028, tiene diversos frentes, que van desde el estratégico hasta el comunicativo. Hay dos hitos que ha sabido aprovechar especialmente: la reacción ante las protestas contra las redadas migratorias en Los Ángeles y la jugada de Trump de exigir que se cambiaran los distritos electorales de Texas para asegurarse 5 escaños más en el Congreso en las elecciones de medio término de 2026.

Ante el primer evento, Newsom aprovechó para mostrar sensibilidad hacia los manifestantes y exhibir al presidente como un aprendiz de dictador al que no teme. No sólo salió en televisión exigiendo a Trump que le arrestara a él en vez de ir contra los hijos menores de edad de los inmigrantes, sino que publicó en redes un meme con varias imágenes suyas y del presidente mientras de fondo sonaba una popular canción de Taylor Swift dirigida a quienes atacan a los más débiles en redes. La publicación consiguió más de 470.000 likes en Instagram y llevaba un copy sencillo cargado de ironía: America’s keyboard warrior («El guerrero del teclado de Estados Unidos»). Desde junio, Newsom ha ganado más de un millón de seguidores tanto en Instagram como en TikTok.

Así como con las protestas migratorias reaccionó ante la adversidad, con el cambio de los distritos de Texas demostró saber cuándo buscar protagonismo voluntariamente. El 14 de agosto anunció un referendo para modificar los distritos de California a fin de compensar los 5 escaños que se modifiquen en el estado sureño. «Es el día de la liberación», dijo en su discurso, mofándose del nombre que Trump puso a la fecha en la que anunció aranceles en abril. Desde ese día, Newsom trolea a Trump con más fuerza en redes, lo que a finales de agosto le posicionó como una de las tendencias más populares en Estados Unidos.

La estrategia de Newsom está funcionando por 5 razones:

1.Desnuda a Trump. El troleo desde las cuentas de @cagovernor@GavinNewson funciona como espejo: copia el estilo y las formas del presidente para volverlo en su contra. Exageran el uso de mayúsculas y se burlan de su obsesión por el merchandising, de los memes que publican e incluso de cómo firma los mensajes. Así, cuando los republicanos afean a Newsom esos ataques, él se lava las manos: no se preocupen por mí, sólo estoy mostrando lo que se hace desde la Casa Blanca. «Entrar en la contienda es complicado y vale la pena», afirmó recientemente. No tiene miedo.

2. Aprovecha el contexto, pero se distancia. Aplica las tácticas del republicano en redes (burlas, hipérboles, etc.; sólo se cuida de no esparcir fake news o difamaciones). También expande los límites de su poder ejerciendo atribuciones que escapan de su alcance, como redibujar los distritos. Sin embargo, en declaraciones públicas, condena estas prácticas: «Tenemos que atacar el fuego con fuego», dijo para justificar el cambio de distritos. Su justificación: no me gusta esto, pero no nos podemos quedar de brazos cruzados. Frente a la tibieza mojigata y moralista de muchos demócratas, Newsom empuja una nueva y enérgica beligerancia. No se conforma con tener la razón. Quiere ganar.

3. Busca legitimidad en los ciudadanos. Newsom intenta que su giro agresivo tenga la aprobación del electorado. Por ejemplo, somete su cambio de distritos a referendo, no lo hace por decreto. Es su forma de mostrarse diferente a su rival. Así, su relato puede seguir siendo uno de defensa de la democracia. También se abre a generar una gran conversación para pensar juntos cómo los demócratas pueden hablarle no solo a los electores convencidos, sino a los dudosos y a los recuperables.

4. Poder de las imágenes. En la economía de la atención, reina lo visual. Newsom aprovecha los memes de cultura popular y cada vez que puede publica fotografías junto a Trump en las que se le ve dominando la escena. Hay desafío irónico y mordaz. Busca el contacto sin contaminarse. ¿Lo conseguirá o entrará en el barro en el que, hasta ahora, siempre sale vencedor Trump?

5. Apertura a todos. Eleva el tono contra el presidente, pero no contra su base de seguidores. A inicios de año, lanzó un pódcast al que ha invitado a figuras destacadas del movimiento MAGA. Incluso Steve Bannon ha llegado a elogiar la comunicación del gobernador en las últimas semanas. Newsom ha comprendido que entender al otro es la clave para competir con él, bien por la seducción o por la dominación.

La mayor prueba de que la estrategia de Newsom funciona es que las miradas se han puesto sobre él. Desde todos los lados. Barack Obama, que usualmente trata de ser neutral con posibles candidatos y candidatas, elogió su propuesta de redibujar los distritos electorales en California. Por su parte, influencers conservadores, la Casa Blanca y el mismo Trump le han atacado (el presidente le llama Newscum). ¿Sobrevivirá a los mortíferos dardos que en forma de motes lanza Trump a sus adversarios?

Faltan tres años para las presidenciales de 2028. Más de un año para anunciar candidaturas, para lo cual usualmente se espera hasta después de las midterms. Es imposible predecir si el californiano podrá mantener este nivel de atención. Y si lo logra, no se sabe si será efectivo, si Trump empieza a salir de escena convertido en un pato cojo —cuando empieza a acabarse el periodo de los políticos que no pueden ser reelectos—.

No obstante, en un momento en el que las encuestas destacan el mal momento del Partido Demócrata y los ciudadanos critican su debilidad, el trolleo de Newsom es como un oasis en el desierto. Y también puede ser una receta para encarar a políticos extremistas de otras latitudes. O quizás finalmente haya que aceptar que el modelo trumpiano de liderazgo pueda tener una versión republicana… y otra demócrata. En cualquier caso, Newsom ha decidido competir sin esperar a ser alternativa u opositor. Más bien parece que desea superarle con una estrategia medida de triangulación política y de hibridación comunicativa.

Publicado en: Agenda Pública (26.08.2025)

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