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Los piratas abordan la política europea

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PdF (Personal Democracy Forum)

(15.10.09) (versión

en inglés

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Fundado en Suecia el 1 de enero de 2006, el Partido Pirata (Piratpartiet) cuenta hoy con más de 45.000 miembros, siendo la tercera fuerza política sueca en número de afiliados. Este rápido crecimiento se debe en parte al protagonismo que tuvo esta formación en las protestas contra el cierre del servidor de intercambio P2P Pirate Bay por parte de la policía sueca y, también, porque representan un desafío a lo establecido y a la política formal. Es decir, defienden intereses muy concretos y, al mismo tiempo, retan, con su voto crítico, al conjunto del sistema político y electoral.

El partido aboga por la reforma de las leyes de propiedad intelectual e industrial, incluyendo el copyright y las patentes, además del respeto del dominio público por todo tipo de organizaciones (incluyendo las empresas de biotecnología) y la promoción del copyleft y los sistemas operativos libres (como puede ser GNU/Linux). Sin embargo, aunque sus propuestas tienen trasnfondo ideológico y transformador, el partido no se posiciona sobre otros temas, por lo que resulta imposible ubicarlo en términos clásicos de derecha o izquierda.

Es el electorado joven quien constituye su banco de votantes, y es por ello que algunos partidos suecos tradicionales, como el Partido Verde, el Partido Moderado y el Partido de Izquierda se han visto forzados a cambiar sus posiciones sobre el copyright.

Su primera gran irrupción política tuvo lugar en las elecciones europeas del 7 de junio de este año, donde el partido pirata obtuvo el 7,1% de los votos suecos, lo que le dio por primera vez un escaño en el Parlamento Europeo. Un éxito sin precendentes. El siguiente golpe de efecto fue el del eurodiputado socialista Jörg Tauss, que dejó el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y se unió al Piraten Partei, el Partido Pirata alemán, nacido del ejemplo sueco.

El Partido Pirata alemán, que se presentaba por primera vez a las elecciones alemanas del pasado 27 de septiembre  (en las elecciones europeas obtuvo un 0,9% de los votos), esperaba dar la sorpresa a través de los votos de los jóvenes. Las encuestas previas a las elecciones mostraban datos interesantes para ellos. Según la consultora Infratest dimap, en torno al 28% de los votantes de entre 18 y 24 años pensaba dar su confianza a grupos minoritarios no representados en la cámara baja, entre los que se encuentra el Partido Pirata.

Según la encuesta, sólo el ocho por ciento apoyaría al bloque conservador de la canciller Angela Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y a la Unión Social Cristiana (CSU), mientras, un 9 por ciento dijo que daría su voto al principal partido de centroizquierda, los Socialdemócrata (SPD), y a su candidato Frank-Walter Steinmeier. El resto tiene como favoritos a Los Verdes y al Partido Pirata. Como ejemplo, la página web de la red social alemana StudieVZ dijo que casi la mitad de los 200.000 miembros que participaron en un sondeo apoyaron a este partido en sus intenciones de voto.

Pero lo cierto es que en Alemania estos jóvenes electores no tienen aun una gran influencia en las elecciones dado que solo constituyen sólo el 10 por ciento de la población votante. Sin embargo, sus preferencias de voto envían una señal preocupante para los grandes partidos, ahora en el presente, pero también a medio y a largo plazo.

No dieron la sorpresa que esperaban, pero doblaron los votos (en sólo cuatro meses respecto a las europeas) consiguiendo 845,904 votos (el 2% del total), lo que supone un importante incremento y una tendencia, situándose como la séptima formación política más votada en estas elecciones.

Los «piratas» conectan con los jóvenes con expresiones culturales de rechazo político desde el sentido del humor o la crítica inteligente. Han cambiado las piedras y las barricadas características de los movimientos alemanes de orientación anarquista o antifascista, y que fascinaban a una parte de la juventud crítica alemana, por la sonrisa, la burla y la cultura digital. Jóvenes provocadores, por ejemplo han seguido a Angela Merkel a todos sus mítines para aclamarla con el grito «Yeaaah». Sin alterar el orden público, pero haciéndose muy visibles desde la parodia estética,  han organizado un «flash mob» electoral, una movida carnavalesca organizada y convocada electrónicamente, vía móvil e Internet que ha «perseguido» a la candidata. Han formado parte del paisaje electoral y los medios de comunicación se han hecho eco de su presencia guasona y burlesca. Hasta la misma Angela Merkel, hábilmente, les ha saludado desde el atril en más de una ocasión. Los «alternativos» saben comunicar.

Pero lo relevante en términos políticos es que un partido surgido de la red está consiguiendo presencia política en Europa, a través del descontento de los jóvenes con las políticas que siguen los partidos tradicionales respecto a Internet, pero también denota un descontento y desafección hacia esos partidos tradicionales y hacia sus políticas. Que por primera vez, una formación ‘nativa’ de la Red y especialmente comprometida con sus aspectos más progresistas alcance representación parlamentaria es un hito histórico que podría indicar un camino.

La importancia política del debate en torno a Internet ha quedado plenamente de manifiesto en esta cita electoral. Por primera vez, ciudadanos organizados pueden dar un serio aviso a los políticos. No es el primer caso en el mundo. Las nuevas tecnologías nos permiten organizarnos, cambiar las cosas, mejorarlas con la creación de comunidades y con la difusión continua de información. El partido pirata sueco y alemán o la candidata virtual Esperanza Marchita en México son solo un ejemplo, pero hay y habrá más.

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16 COMENTARIOS

  1. Sin duda el comportamiento infantil de los políticos, el «yo más», no trae buenos presagios a la política en general. No aprenden y cierran los ojos ante una realidad cada vez más presente. El día posterior a las elecciones salen ante los medios de comunicación con cara de preocupación para anunciar que la abstención ha sido muy elevada y después, pocas jornadas después, se olvidan del electorado y vuelven a protagonizar debates estériles. Los partidos minoritarios como dices Antoni, cogerán fuerza y la política padecerá cambios, sin duda.

  2. Qué interesante lo de un «Partido Nativo de la Red», frente a los partidos movimientos nacidos de relaciones netamente físicas, y nada de virtuales. Da para pensar que es perfectamente posible «subir» instituciones a la red directamente y obtener resultados como si vinieran de asociaciones del tipo social clásico. Aunque para el caso se trata de un movimiento basado en un tema muy puntual, aunque muy sensible en la red, no deja de llamar la atención lo invasivo que llegó a ser y la rapidez viral con que se posiciona tomando hasta escaños en el Parlamento Europeo. ¿Estarán estos hechos mostrando que la forma En-Red de hacer sociedad y cultura es el modelo que siempre ha estado presente si darnos cuenta bajo nuestra piel? Por lo económico del movimiento me da por pensar de ese modo. Saludos.

  3. […] Un diálogo más constante y cercano entre políticos y ciudadanía es obvio que debe realizarse. La ciudadanía (especialmente el sector más joven de la población) usa la red como forma de vida, de comunicación, de interacción, de creación de contenidos, de diálogo constante con quien quiere y cuando quiere. Eso es lo que deben entender los políticos tradicionales, que siguen queriendo ser emisores de información, pero no receptores. Artículos de interés: – Los piratas abordan la política europea Artículos relacionados: […]

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