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Las camisetas son para el verano

Las camisetas son para el verano. Pero también para un renovado activismo político. Los lenguajes visual y corporal, juntos, articulan formas de empoderamiento y denuncia social realmente atractivos. El cuerpo habla. Y nuestra ropa, más. Las camisetas son, por ejemplo, un elemento de uso personal pero que puede proyectar pensamientos comunes. El propio recorrido individual, diario, por las calles permite amplificar y socializar este mensaje. No es imprescindible que sea muy visible pero sí que capte la atención y genere empatía, implicación, compromiso personal… La foto que ilustra este artículo la tomé en una tienda de Barcelona hace tan solo unos días. Me impactó: el mensaje, la realización (gestual, con rotuladores sobre una camiseta blanca) y el desafío orgulloso de quien la llevaba. Cuando le pregunté a su creador si podía hacerle una fotografía me dijo: «Sí, claro, sin problemas».

Desde los años 60, las camisetas se han utilizado como arma de protesta; a veces, como forma de activación social para conseguir voces con mensaje propio y compartido con un pequeño grupo y, también, para lograr movilizaciones más amplias. Durante el pasado mes de febrero, por ejemplo, se inició —en distintas ciudades españolas— la llamada Marea Amarilla con el objetivo de evitar el préstamo de pago en las bibliotecas. El amarillo era el elemento unificador para llamar la atención de más personas, para sumarlas a la protesta y para certificar un compromiso individual a través de la camiseta. Al amarillo han seguido las camisetas verdes a favor de la educación pública y las negras, en alusión a los «viernes de negro (o de luto)» de los Consejos de Ministros y en defensa de la función pública.

Además el mensaje aprovecha toda su capacidad plástica a través de la forma, el color, la textura… el activismo, en definitiva, se encuentra con el Arte formulando el ARTivismo. La fórmula tiene dos ingredientes que, mezclados, tienen una capacidad social de visibilidad y viralidad. Nuestros dispositivos móviles hacen el resto.

Indisorder es un proyecto de «arte urbano itinerante en constante deconstrucción». Los artistas han convertido las camisetas en obras de arte para reclamar la activación social. El mensaje se transmite, día a día, a través de las personas que llevan la prenda de ropa. La colección se ha convertido en un «lienzo callejero»: arte y activismo actúan conjuntamente por medio del compromiso personal y la acción colectiva.

En ocasiones, el ARTivismo además de ser un instrumento reactivo es proactivo. La protesta se organiza para encontrar o definir nuevas propuestas. En Barcelona, del 27 al 31 marzo, se celebró un encuentro internacional de activismo creativo autogestionado bajo el título de Cómo acabar con el mal. Durante las jornadas se combinaron presentaciones de experiencias para aportar ideas con coloquios y talleres para generar acciones para la movilización social. Una de las iniciativas más destacadas fue la de los Reflectantes. El concepto es claro: los ciudadanos hemos pasado de ser transparentes a ser reflectantes. Rayos de aluminio aprovechan la luz para alejar el mal. La acción es una respuesta creativa y pacífica hacia los instrumentos de poder (sistema político y bancario), que parecen muy alejados de la realidad que nos toca vivir. La plasticidad de las acciones combinan la formula del Arte y el activismo social.

Las camisetas digitales son, también, un nuevo espacio de creación para la comunicación política. Y abren el espacio a la manufactura individual o colectiva y a diversas fórmulas de producción, financiación y difusión. Es el crowdcreating político.

Las camisetas políticas, gracias a la movilidad e itinerancia de sus portadores, exploran nuevas intervenciones políticas y ciudadanas. Lo efímero y lo móvil se suman a lo provisional, como escenarios de nuevo lenguaje creativo y social a la vez. Lo personal deviene colectivo. La reconquista de las calles como espacio de esparcimiento, expresión, debate y denuncia creativa forman parte de las nuevas expresiones de la nuevas plasticidades políticas nacidas en los contornos del #15M. Nuevas periferias políticas y creativas que buscan nuevas centralidades.

Publicado en: El País (08.08.2012) (blog Micropolítica)
Fotografía: Pexels

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The T-shirt: A rebel with a cause (BBC-Culture, 2.02.2018)

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