Mitin final

Publicado en: Diario Público (Edició Catalunya) (25.11.2010) (Artículo 13, Focus Electoral) (versió pdf)

El Palau Sant Jordi es la instalación olímpica de referencia que, desde 1992, acoge acontecimientos vinculados al deporte, la cultura y el espectáculo. Las campañas electorales tienen también mucho de competición, propuesta y escenificación. Por eso, en el Sant Jordi, tienen lugar también con naturalidad eventos políticos.

Hoy y mañana asistiremos a las citas clave de los dos grandes partidos que, por primera vez, coinciden en escoger un mismo escenario. Las comparaciones están servidas. Pero no sólo hablaremos de asistentes, sino también de oradores, testimonios, actuaciones e imágenes. El balance final se hará sumando y valorando todos los elementos. El conjunto estará concebido para la memoria visual y emocional. Se observará todo al detalle, analizándolo en clave simbólica. Del éxito del evento dependerá el empujón definitivo para la movilización.

Diseñado por el arquitecto japonés Arata Isozaki, el Palau se considera una obra de referencia de la ingeniería y de la arquitectura moderna. Su concepción y estructura le permiten adaptar el recinto, con una gran flexibilidad, pudiendo llegar a una capacidad máxima que supera los  23.000 espectadores. Siendo, también, un símbolo de fuerza. Un mismo escenario, pues, que nos mostrará dos realidades bien distintas.

El PSC ha celebrado allí sus tres últimos mítines de final de campaña. En estas elecciones, por primera vez, CiU celebrará también el suyo, como si de un reto “en campo contrario” se tratara. El Palau se convierte así en otro ejemplo de competición partidista, donde el acto mediático tiene un doble significado. Prohibido el cara a cara, el duelo del Sant Jordi es la última escenificación del combate.

Míting final
El Palau Sant Jordi és la instal·lació olímpica de referència que, des del 1992, acull esdeveniments vinculats a l’esport, la cultura i l’espectable. Les campanyes electorals també tenen molt de competició, proposta i escenificació. Per això, al Sant Jordi, s’hi fan amb naturalitat esdeveniments polítics.
Avui i demà assistirem a les cites claus dels dos grans partits que, per primer cop, coincideixen a escollir l’escenari. Les comparacions estan servides. Però no només parlarem d’assistents, sinó també, d’oradors, testimonis, actuacions i imatges. El balanç final es farà sumant i valorant tots els elements. El conjunt estarà concebut per a la memòria visual i emocional. S’obeservarà tot al detall, analitzant en clau simbòlica. De l’èxit de l’esdeveniment en dependrà l’empenta definitiva per a la mobilització.
Dissenyat per Arata Isozaki, el Palau és una referència de l’arquitectura i l’enginyeria moderna. La concepció i l’estructura permeten adaptar el recinte, amb una gran flexibilitat, i por arribar a una capacitat màxima que supera els 23.000 espectadors. També és un símbol de força. Un mateix escenari, doncs, que ens mostrarà dures realitats ben diferents.
El PSC hi ha fet els tres últims mitings de final de campanya. Per primer cop, CIU hi farà el seu, com si d’un repte en camp contrari es tractés. El Palau es converteix així en un altre exemple de competició partidista, on l’acte mediàtic té un doble significat. Un cop prohibit el cara a cara, el duel del Sant Jordi és l’última escenificació del combat. 

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