El malestar

En menos de 15 años, la cifra de los movimientos de protesta en todo el mundo se ha multiplicado por tres, según el reciente estudio World Protests. A Study of Key Issues in the 21st Century. La obra sitúa el fracaso democrático como uno de los factores desencadenantes principales y analiza cerca de tres mil protestas, de 101 países distintos, entre 2006 y 2020, ofreciendo un amplia y valiosa información sobre sus demandas, métodos y resultados, entre otros datos.

Saber entender la atmósfera emocional en la que se desenvuelve lo político deviene crucial para poder interpretar nuestro presente. En los últimos años se observa un deterioro progresivo y continuado en la percepción de la democracia. En su último índice, The Economist pone de manifiesto que la salud democrática global llegaba a los 5,37 puntos (sobre un total de 10), algunas décimas por debajo del resultado del informe anterior.

Asistimos también a un nuevo activismo político y social que se identifica con causas políticas y encuentra en las protestas una nueva identidad política. Se introducen nuevas formas de organización, descentralizadas, y el uso de lenguajes artísticos y de las nuevas tecnologías como parte de la innovación política. El ARTivismo (arte + activismo) hace de la protesta una reivindicación creativa y muestra un nuevo itinerario a explorar, también para la renovación de la política, a través de la reinvención de la comunicación.

Las redes sociales han influido decisivamente en la capacidad de convocar, identificar, compartir, difundir y movilizar. Permiten tejer complicidades y son un elemento de cohesión, información e inspiración. Y han contribuido, además, a la creatividad y potencial de las acciones.

El malestar social es el signo de nuestros tiempos. Un sentimiento difuso, provocado por causas múltiples, y que impacta en el estado de ánimo social —colectivo y personal— con una gran variedad de respuestas: desde la apatía a la ira, del miedo a la nostalgia. Se piensa lo que se siente. Y el malestar personal deviene desconfianza colectiva.

Las protestas que sacuden el mundo son síntoma de algo profundo y que merece la atención de los demócratas. Abordar las causas es la tarea pendiente de las democracias y de los demócratas.

Publicado en: La Vanguardia (11.11.2021)
Fotografía: Mika Baumeister para Unsplash

Artículos de interés:
Por qué aumentan las protestas y el descontento social (Isabel Ortiz y Hernán Saenz. El País, 13.11.2021)
El peligro del quietismo ante el malestar social (Gemma Ubasart. El Periódico, 13.03.2022)

Otros contenidos

Los ‘gym bros’ sacuden la política norteamericana

Qué tienen en común Logan Paul, Lex Fridman los Nelk Boys, Shawn Ryan y Theo Von? Son influencers y streamers con millones de seguidores, en su mayoría...

¿Cómo son los votantes demócratas y republicanos?

XAVIER PEYTIBI Este artículo forma parte de la serie de contenidos del espacio ELECCIONES USA 2024, donde irán escribiendo distintas firmas invitadas. 2012 es el año en...

Seminario Ideograma-MCPC: «USA 2024: Liderazgos políticos en tiempos de polarización»

Un año más, el sábado 26 de octubre, tendrá lugar el Seminario anual de ideograma y MCPC (Universidad de Navarra) con el título: «USA...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.