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Rajoy, 100 días de comunicación: arrogancia, error, ofensiva

Publicado en: El País (01.04.2012) (blog ‘Micropolítica‘) (versión edición papel; ver pdf)

Los cien primeros días de comunicación del presidente han tenido tres etapas muy marcadas: el silencio arrogante, los deslices y errores, y la ofensiva planificada.

1. Las primeras semanas fueron un ensayo y una continuidad de la campaña electoral, durante las que no concedió entrevistas. Comunicaba sin hablar. No, no se escondía, todo lo contrario: medía sus fuerzas y las de los demás. La telegenia sustituyó a la retórica. Rajoy callaba, para irritación de los medios y de buena parte de la opinión pública.

Así, el primer tercio de este período fue de silencio calculado. Una demostración de que podía gobernar sin tener que explicarse. Sin ceder a ninguna justificación, sin hacer pedagogía, refugiado en sus dichos y frases hechas. Y sin que nadie le marcara el paso. Fue el culto al poder, a su autonomía y a la acción. Evidentemente, en una sociedad democrática madura y densa, esto tiene sus límites.

2. La siguiente fase estuvo caracterizada por los descuidos y los errores en conferencias internacionales o encuentros políticos. Frases “robadas” por inoportunos micros abiertos, o declaraciones filtradas o toleradas, marcaron estas semanas. La frase “Vivo en el lío”, que le dijo Mariano Rajoy a Artur Mas en su primer encuentro en La Moncloa, es el símbolo de este período de fugas -conscientes o inconscientes- que anticipaban problemas y escenarios. La cacofonía y la improvisación en la gestión de la comunicación sobre la cifra final del déficit público, que debía ser pactada y aceptada por nuestros socios europeos, fue un error notable de cálculo. O no. El gobierno ha ido creando una atmósfera comunicativa de crisis y dificultades. Es parte de la estrategia del shock. Mejor el marco mental que la declaración política. Más fácil, más eficaz.

Las imágenes y etiquetas que sea capaz de fijar en estos 100 días valen, casi, toda una legislatura. Actuar con rapidez es también la premisa táctica establecida por Milton Friedman, padre de la doctrina del shock que guía cómo imponer de forma irreversible los cambios en tiempos de crisis. Friedman estima que una nueva Administración “dispone de seis a nueve meses para poner en marcha cambios legislativos importantes; si no aprovecha la oportunidad de actuar durante ese período concreto, no volverá a disfrutar de ocasión igual”.

3. Finalmente, Rajoy ha optado por la ofensiva política y parlamentaria (“Lecciones de ustedes, ¡las justas!” le espetó a Rubalcaba). La estrategia comunicativa de la reforma laboral estaría en el epicentro de este tramo. Pero las reformas que quiere impulsar el presidente no se ganan solo con aritmética parlamentaria (que la tiene absoluta) sino con liderazgo moral en la sociedad española. Los retos que tenemos por delante no se resuelven solo con leyes, sino con cambios de comportamiento personal y colectivo, económico y empresarial. Convencer es mucho más importante (y urgente) que hacer.

Finalmente, que las acciones del gobierno sucedan con el consentimiento del presidente pero sin su asentimiento, visibilidad y singularidad puede debilitar su liderazgo gravemente. Amante del flujo y la resolución por decantación, no ha marcado como debía el ritmo de la comunicación, que es el símbolo de la política. El poder necesita, también, liturgia y autoridad; que la palabra de Rajoy sea la última del coro desafinado de sus ministros. Y eso, no siempre sucede.

Nota 1. La importancia política de los 100 primeros días. En 1933 Franklin Delano Roosevelt asumió el poder en Estados Unidos también con un enorme capital político. Los estadounidenses, de todas las tendencias políticas, exigían una acción inmediata a causa de la gran crisis económica que estaban padeciendo. Roosevelt obtuvo una gran victoria y respondió insistiendo en que debía ser juzgado 100 días después de entrar en el gobierno. Durante esos días, creó una serie de nuevos programas para los “primeros cien días” de la Administración, en los que se reunió con el Congreso (que aceptó casi todas las solicitudes legislativas que había presentado). Desde entonces, los presidentes gozan de cierta “tregua política” en sus primeros 100 días, aunque también fijan una imagen muy clara y nítida del gobierno y de la oposición. Por eso la aprovechan para acelerar los cambios y las reformas más drásticas.

Nota 2. En su libro La doctrina del shock, de 2007, Naomi Klein indica que esas políticas económicas abanderadas por Friedman han alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado, no porque fuesen populares o demandadas, sino porque consolidan, a través de impactos en la psicología social, que se puedan llevar a cabo reformas impopulares.

La «Doctrina» argumenta que hay una oportunidad para hacer grandes reformas, dolorosas y traumáticas, solo en un período breve e inicial de cualquier mandato. El cuerpo electoral opositor, al inicio del mandato, y entre la conmoción y confusión, no se rebela contra a quien ha ganado mayoritariamente. Y, en un entrono de crisis y de miedo, la resistencia social se debilita y la capacidad de autoinflingirse un castigo adicional con la resignación, la pasividad y el silencio claudicante, aumentan.

Nota 3. Pau Canaleta publicaba hace un par de meses el libro 100 días, 1 imagen. Según el autor, la imagen de un gobierno se conforma, en gran medida, en sus primeros cien días. Es por ello que en el libro nos ofrece 50 claves indispensables que cualquier gobierno estatal, autonómico o municipal debería tener en cuenta si quiere transmitir la imagen deseada.

Artículo asociado:
10 maneras de rendir cuentas  a los 100 días (02.04.2012)
El peor momento de Rajoy (José Antonio Zarzalejos. La Vanguardia, 5-6 de abril 2012)
Breve antología del micro abierto (Luis Arroyo, 31.03.2012)
Cien días en el quirófano (Luis Arroyo, 16.04.2012)

Enlaces de interés:
Imparable (Artículo 11, 30.03.2012)
El ‘photocall’ de Rajoy (Artículo 10, 28.03.2012)
Orgullo frente a soberbia (Artículo 9, 25.03.2012)
Una campaña extraña (Artículo 8, 24.03.2012)
Videopolítica (Artículo 7, 22.03.2012)
Griñán: herencias y albaceas (Artículo 6, 20.03.2012)
Estrangular (Artículo 5, 18.03.2012)
Hoy, Idus de marzo (Artículo 4, 15.03.2012)
La silla vacía (Artículo 3, 13.03.2012)
Presidentes a la reelección (Artículo 2, 12.03.2012)
Gestionar la política (Artículo 1, 9.03.2012)

La doctrina del shock (película):

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